Nombre: Yamada Kōichi
Apodo: SlayOut
Edad: 28 años
Estatura: 202 cm
Apariencia: Pelo negro, piel cálida, ojos azul claro, fuerte y atlético
Ocupación: Inspector de Policía
Estadísticas: 57/60 = Aguante 10 Fuerza 10 Velocidad 10 Agilidad 9 Destreza 9 Inteligencia 9
Monstruo
El apodo se lo puso Minato. "Kōichi, ¿ Sabes lo que es un blackout ? ". Su intención era darle un toque molesto para que se esforzarse en evitar descontrolarse.
Kōichi detesta lo que le ocurre, pero sus esfuerzos por controlarse no siempre son suficientes; SlayOut aparecerá conforme crezca su ira y se hará más fuerte con cada decepción vivida, eclipsando su cordura.
Serio, introvertido y reservado. Hacer o recibir bromas está fuera de lugar.
Pese a ser antipático tiene un gran sentido de la justicia y siempre se esfuerza por hacer lo correcto.
Además de poseer una genética fuerte y robusta, Kōichi entrena a diario para mejorar su fuerza, habilidades y reflejos. Nunca pierde el tiempo, lo que le llevó a conseguir el primer puesto como graduado en la academia de policía, convirtiéndose en un prometedor Inspector con tan solo 25 años.
También es ágil e inteligente. En resumen, sus estadísticas básicas son casi perfectas, lo que explica que todos los delincuentes que le han plantado cara hayan terminado apresados por él ( excepto Zero ).
Hijo único de una familia bien estructurada, con unos padres cariñosos y bondadosos, Kōichi creció rodeado de su amor y educación, pero encajar las duras decepciones que la vida y la sociedad le propinaban terminó por encerrarle en la fría personalidad que ahora tiene.
Kōichi era un niño tranquilo, amable, obediente y aplicado. A parte de su educación básica, para la cual era sobresaliente, su padre, abogado de profesión, le enseñó los valores que tiene y el significado de la justicia. También su madre, cirujana, le enseñó nociones de medicina.
A los 9 años él y su madre sufrieron un ataque violento a manos de un enajenado y fueron heridos. Fruto de ello conocieron a Dynamo, quien por aquel entonces era Inspector y le dijo al joven Kōichi que había sido muy valiente y que de seguro sería un buen policía.
Kōichi siempre fue más grande y corpulento que el resto de niños de su edad, lo que le supuso ser objeto de burlas y abusos de otros niños. Pese a las mofas no reaccionaba con violencia... Hasta que un día, cuando tenía 10 años, rompió los brazos de tres niños mayores que él. A partir de entonces tuvo más episodios de descontrol, poco frecuentes pero cada vez más temibles conforme crecía y se hacía más fuerte.
A los 17 años se cruzó con Minato, aspirante a Inspector en plena acción, y quedó prendado por su actuación y carisma. Ese impulso terminó por convencerle de convertirse en policía.
Cursó criminología en la universidad y después accedió a las pruebas para Inspector de Policía, consiguiendo terminar todos los estudios y prácticas a la edad de 25 años. Justo el día en que se celebraba la ceremonia de nombramiento sus padres, que acudían a visitarle para el acto, murieron en un accidente de tráfico.
Kōichi comenzó a trabajar en la comisaría principal de la Zona E totalmente desesperanzado. Su tosca personalidad complicó más la situación, quedando marginado por sus propios compañeros y superiores.
Al menos consiguió hacerse amigo de Minato, quien se convirtió en su único soporte emocional... Pero Bloody Yuki acabó con él. Si bien todavía tiene a Dynamo, ahora Comisario y según Kōichi la persona a quien más respeta, lo que le queda es tristeza, soledad, y vacío.